cronologia

Temporada 2020-21

Se consuma la debacle

La temporada pasada terminó con la tragedia de la pandemia de COVID-19 y el mal sabor de boca de una salvación que pasaba, una vez más, por circunstancias extradeportivas.

Parecía claro que de nuevo se habían cometido errores y se necesitaban cambios. Sin embargo no fue así. Tanto César Arranz -directivo encargado del área deportiva- como el ya desacreditado Willy Villar y el entrenador Javier Zamora volvían a ser los pilares sobre los que se construiría el Estudiantes 2020-21.

A las dudas sobre Zamora (la experiencia del año anterior no había sido óptima) se añade la sorpresa de la contratación de un ayudante sin absolutamente ninguna experiencia en baloncesto de alto nivel: Jorge Franco, con el que había coincidido en Majadahonda. El ayudante, con experiencia en categoría nacional, simultaneaba además el cargo -según su perfil de LinkedIn- con un puesto en el RMCF; asunto que, siendo mucho menos grave que su inexperiencia, la directiva debería entender que no es del gusto de su afición.

Entre mayo y junio comienzan las renovaciones. Entre los primeros en renovar están Edwin Jackson y Aleksa Avramovic. Esto generaba las primeras conntroversias pues hacía suponer que se consumía buena parte del presupuesto de plantilla en dos jugadores que ocupaban la misma posición. Además, uno de ellos había mostrado un preocupante estado de forma en su regreso la temporada anterior.

Los siguientes fichajes, anunciados ya en julio, recuperan la vieja costumbre de repescar a exjugadores del equipo. Así, llegan Alec Brown y Aleksandar Cvetkovic.

Sin embargo, antes de la llegada del serbio, se produce un hecho especialmente relevante: la marcha del director deportivo Willy Villar. El tono del comunicado oficial deja bien claro que no fue una salida amistosa ni de mutuo acuerdo.

Sorprendentemente el puesto no fue cubierto por razones que desconocemos y, en su lugar, se volvió al experimento ya conocido (y fallido) de la dirección deportiva colegiada que formaban entre Asensio, Íñigo de la Villa y el propio Javier Zamora.

Entre tanto llegaban John Roberson, gran tirador pero con importantes carencias en defensa y dirección de equipo; Ángel Delgado, un pivot dominicano que llegó completamente fuera de forma pero que completó un excelente final de temporada; y Nemanja Djurisic, una 4 trabajador que llegaba, como Roberson, de la liga turca.

Una vez más hay una plantilla descompensada (sin dirección, acumulación de escoltas a costa de tener el puesto de alero mal cuberto y un juego interior insuficiente).

El juego interior hace aguas, especialmente tras el errático inicio de temporada de Delgado, fuera de forma, acusando la adaptación a la ACB y castigado por un arbitraje que no entendía. La consecuencia es la habitual: nuevos fichajes. El primero en llegar, en septiembre, es Christ Koumadje, un jugador de 2,24 (el más alto de la historia de la ACB) que, sorprendentemente, se convierte también en el tradicional “fichaje que no juega”, a pesar de ser decisivo en una de las escasas victorias de la temporada, frente al Betis.

Apenas una semana después hay un nuevo regreso: Alessandro Gentile con un arriesgado contrato temporal que más tarde renovaría hasta fin de temporada.

Ya en septiembre la planificación de la plantilla (si es que había existido) estaba rota.

Tras los primeros partidos los resultados no son aparentemente malos (4-5 en noviembre); sin embargo, la propuesta de juego es ramplona, con una defensa basada en rapidísimos cambios automáticos que no funcionaba y un ataque basado fundamentalmente en el indudable talento individual de jugadores como Avramovic y Gentile.

Obviamente el talento individual no es suficiente y los resultados empeoran. En enero llega un fichaje inesperado: José Juan Barea. En ese momento el balance era 5-11 y el Estudiantes había tenido un largo parón por la COVID. El interés de Barea era únicamente personal, tratando de ponerse en forma (que, como es obvio, no lo estaba) para buscar un posible fichaje NBA. Así, su implicación con el equipo fue mínima y fue origen de numerosos problemas en el vestuario.

El fichaje de relumbrón no mejoró los resultados y, en febrero, Javier Zamora es destituido. Le sustituye Jota Cuspinera.

Ante la falta de resultados, la situación en la tabla de clasificación es complicada. Hay bajas de larga duración (Giedraitis lesionado en el hombro, Gentile se desvincula en abril con secuelas post COVID). Se buscan nuevos fichajes: Martins Laksa que apenas juega y resulta ser irrelevante y Zeljko Sakic cuando solo quedaban dos partidos por jugar.

A falta de nueve partidos, la salvación es posible; pero los nueve se contaron por derrotas, relegando al Estudiantes a la penúltima posición y, por tanto, al descenso a liga LEB, tan cercano en los últimos 10 años.

El último partido, frente al Burgos, Barea huye dejando al equipo tirado en una perfecta muestra de su profesionalidad y compromiso durante su participación en la ACB. El partido, en el que el Estu se vio obligado a dar por fin minutos de calidad a canteranos como Nacho Arroyo y Rubén Domínguez supuso una nueva derrota. Desde las sillas de pista, otros jugadores de cantera miraban impotentes cómo el banquillo estaba ocupado por fichajes irrelevantes que no llegaron ni a saltar a la cancha.

Solo quedaba esperar que el Joventut ganase al Bilbao, rival por el descenso; sin embargo, los badaloneses -que no se jugaban nada- atendieron más a sus futuros partidos que a las necesidades de terceros. Y es que, en 2021, ya no hay Emilios Seguras.

José Juan Barea dialogando con un espectador
José Juan Barea dialogando con un espectador

Plantilla 2020-21

  • John Roberson
  • Aleksa Avramovic
  • Adams Sola
  • Edgar Vicedo
  • Alec Brown
  • Ángel Delgado
  • Dovydas Giedraitis
  • Nemanja Djurisic
  • Aleksandar Cvetkovic
  • Jose Juan Barea
  • Alessandro Gentile
  • Víctor Arteaga
  • Rubén Domínguez
  • Diego Alderete
  • Emil Stoilov
  • Nacho Varela
  • Christ Koumadje
  • Edwin Jackson
  • Martins Laksa
  • Zeljko Sakic

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